Hay un gran malentendido de la información diponible sobre los beneficios que puede proveer el consumo de yogurt.
Aunque hay mucha información disponible en internet, no siempre es válida o no está sustentada en la evidencia científica. Al parecer, existe poca información veraz en internet y esto favorece que se propaguen mitos que sólo generan desconocimiento y confusión. La realidad es que sí existe información clara que sustenta los beneficios del consumo de yogurt al ser integrado en la alimentación de las personas que viven con diabetes.
Las personas, por ejemplo, dejan de consumir yogurt cuando creen tener mala digestión o intolerancia la lactosa leve o moderada. El yogurt, gracias a su proceso de fermentación por los cultivos lácticos (S. thermophilus y L. bulgaricus), tiene un menor contenido de lactosa que la leche de vaca, siendo así de más fácil digestión para aquellas personas que presenten alguna dificultad. Es importante mencionar que las personas que dejan de consumir lácteos, no cubren su requerimiento diario de minerales como el calcio, poniendo en riesgo su salud ósea.
Por otro lado, en diferentes estudios se ha visto que, el consumo de yogurt está relacionado con un menor riesgo de desarrollar Diabetes Mellitus Tipo 2, ya que está relacionado a un mejor metabolismo de la glucosa y control de peso. Algunos estudios epidemiológicos demuestran que existe una reducción del 17% en el riesgo de desarrollar diabetes cuando se consumen 3 raciones de yogurt en un día. En otros estudios, se ha comprobado que hay ciertas marcas de yogurt que presentan un índice glucémico bajo, siendo así una opción para incluir en la alimentación de las personas que deben cuidar su consumo de azúcares.
A mis pacientes, siempre les pregunto por sus preferencias de alimentos y negocio con ellos un plan de alimentación que se les facilite y así lo puedan mantener. Afortunadamente, el yogurt es un alimento versátil y práctico que se puede combinar con una gran variedad de alimentos.
¿Con qué alimentos puedo combinar mi yogurt?
- 4 a 6 almendras o nueces
- 1 manzana o ½ taza de frutos rojos
- 1 cucharadita de semillas como chía o linaza
- 1 cucharada de cereales como quinoa o amaranto.
Siempre encuentro la manera de incluirlo dentro del plan de alimentación en cualquier tiempo de comida: como parte de un desayuno, en las colaciones), como aderezo para las ensaladas, como sustituto de mayonesa o crema agria, en salsas o sopas-cremas a la hora de la comida o como postre combinado con fruta para los que tengan preferencia por lo dulce.