El desarrollo humano depende de manera directa de las condiciones nutricionales durante el embarazo y después del nacimiento, ya que la baja o deficiente calidad de la dieta en estas etapas de desarrollo infantil puede traer alteraciones a nivel del sistema nervioso, diversos órganos y pueden persistir hasta la edad adulta (1).
El bajo peso al nacer se entiende, cómo el peso al nacimiento menor de 2500 gramos, los recién nacidos con bajo peso presentan desventajas de alta probabilidad de presentar enfermedades y muerte prematura. Dentro de una de sus consecuencias está la desnutrición (2).
La desnutrición se caracteriza por la deficiencia de diferentes nutrientes de la dieta, como es hierro, acido fólico, vitamina A y yodo; y es por esto que se considera un riesgo para la salud humana y atribuye un tercio de todas las muertes infantiles (3), también puede convertirse en un factor de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas degenerativas como es la hipertensión arterial y diabetes Mellitus tipo 2 en etapas futuras de la vida (4).
En los años noventa se llevo a cabo un estudio que mostró por primera vez que las personas con bajo peso al nacer tenían altas probabilidad de presentar diabetes tipo 2 que otras personas al llegar a adultos (5).
Diversos estudios demuestran esta relación entre deficiencias nutricionales durante el desarrollo temprano con la presentación de enfermedades en la edad adulta; múltiples hipótesis han explicado esta relación, una de ellas observó esta relación, en una ganancia rápida de peso en niños con bajo peso al nacer y con desnutrición temprana elevaba el riesgo para padecer diabetes mellitus tipo 2, es atribuible a que los niños pequeños, delgados al nacer tienen, poca masa muscular y si desarrollan mucha masa corporal durante el primer año de vida, ocurre una desequilibrio entre la masa muscular y la masa grasa corporal, lo cual podría llevar a la insulinorresistencia y posteriormente a la Diabetes Mellitus tipo 2 (6).
Por último otro estudio menciona una condición genética en algunos grupos humanos donde la expresión de “genes ahorradores” favorece el almacenamiento de excedentes de energía expresado por ejemplo en forma degrasa abdominal. Este genotipo almacenador de energía puede resultar nocivo, debido a las adaptaciones que permiten la supervivencia ante una dieta deficiente, pero resultan perjudiciales cuando el individuo adulto se expone a factores ambientales, como el sedentarismo o un consumo energético elevado, principalmente de carbohidratos y grasa (1).
Por lo tanto se puede concluir que el bajo peso al nacer al igual que la desnutrición infantil pueden ser factores para una mayor predisposición a padecer enfermedades crónicas generativas en la edad adulta, especialmente a desarrollar diabetes Mellitus tipo 2, pero si es detectada en los menores de edad a tiempo se puede prevenir, implementando hábitos de alimentación saludables y actividad física durante la infancia y mantenerla hasta la edad adulta.
En los adultos es conveniente detectar a tiempo este riesgo, para prevenir y retardar la aparición de enfermedades, como es la diabetes Mellitus tipo 2 y evitar el desarrollo de complicaciones agudas y crónicas, a través de cambios del estilo de vida, control de estrés, una dieta correcta, aumentando la actividad física y manteniendo un peso adecuado, con el fin de mejor la calidad de vida y disfrutar de una salud y vida plena.
Referencias 1. Parra-Gámez L, Reyes Téllez-Girón J, Escobar Briones C. La desnutrición y sus consecuencias sobre el metabolismo intermedio. Revista de la Facultad de Medicina. 2003; 46(1). 2. Zablah. M.D. RA. Bajo peso al nacer y desnutrición. Revista Gastrohnup. 2011 Julio; 13(3). 3. Organización Mundial de la Salud. [Internet]. [citado 2016 Septiembre 6. Disponible en: http://www.who.int/nutrition/about_us/es/. 4. Bacardí Gascón M, Jiménez Morán E, Santillana Marín E, Jiménez Cruz A. Efecto de la desnutrición pre y posnatal sobre componentes del síndrome metabólico sobre etapas posteriores de la vida; revisión sistemática. Nutrición Hospitalaria. ; 2014;29(5):997-1003. 5. Vargas Serna G. Orígenes fetales de las enfermedades del adulto. Horiz Med. 2012; 12(2). 6. Villalobos J, Velásquez ME, Farías Á, Mejías A. Crecimiento, nutrición temprana y riesgo de diabetes y síndrome metabólico. CONSENSO DE NUTRICIÓN. 2014; 77(3): 154-161.