¿Por qué no? ¿Por qué no empezar el día besando el espejo, ahí directo en tu boca, su boca? Dos bocas, una misma, un solo ser… tú. Enamórate de ti y bésate.

Tanta publicidad bipolar a nuestro alrededor, tantos anuncios astutos por venderte veneno convenciéndote que es saludable para tu cuerpo. Y al mismo tiempo, anuncios donde te advierten que debes medirte, pesarte, hacer ejercicio, comer frutas y verduras. ¡Irónico!

Vivimos en un mundo totalmente hipócrita y hasta hipocondríaco, con cambios de humor todo el tiempo, a veces sonriente, a veces enfermizo. Otras optimista, otras cansado y asqueado.

Ludwig Feuerbach,  filósofo, antropólogo y ateo alemán, dijo la famosa frase en 1850: “somos lo que comemos”.

Que traducido significa “Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos. El hombre es lo que come”. 

Esto era lo que realmente quería decir Feuerbach en esa época, porque atacaba un poco a la Iglesia Católica. Sin embargo, esta frase es muy aplicable hoy en día.

Hipócrates dijo la famosa cita de “Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento”, indicando la importancia de la alimentación en el mantenimiento de la salud.

Para mí, esto me confirma dos genios adelantados a su época. La alimentación es medicina para nuestro cuerpo y alma.

El  alimento  es una sustancia nutritiva normalmente ingerida por los seres vivos con fines nutricionales, sociales y psicológicos. Es decir, nos proporciona energía, mantiene nuestras funciones vitales, establece lazos afectivos y mejora la salud emocional. No sólo de pan vive el hombre, cuantas veces hemos escuchado esa frase y creemos que se trata de un cliché más. El alma y el espíritu también se deben alimentar sanamente y no llenarlo de cochinero. Tenemos que llenar nuestro cuerpo de felicidad verdadera, haciendo nuestras actividades diarias con respeto y amor. Somos dichosos de tener vida. Si te das cuenta, tenemos un tesoro. Llénate de pensamientos positivos, aléjate de personas tóxicas y sonríele al cielo ¿Desde cuando no observas el cielo?… “La causa número uno de muertes a nivel mundial es debido a la diabetes. Nunca es tarde para cambiar de hábitos y mejorar nuestra salud”

Debemos abrir los ojos y amarnos verdaderamente. Todo lo que nos llevamos a la boca nos hace un bien o un mal. Vale la pena hacer un agua de jamaica y una sopa de verduras en casa, que llenarnos de grasas, azúcares y químicos. ¡y sale más barato!

Nosotros como padres de familia tenemos la obligación de alimentar sanamente a nuestros hijos, enseñándoles con el ejemplo para que crezcan con hábitos muy bien establecidos.

Ama, disfruta y escucha a tus hijos. Los verdaderos dulces para ellos son tus besos y tus abrazos. ¡Dales muchos! ¡Demasiados!

Nuestros hijos son nuestros niños interiores. Alimenta sanamente sus sueños, su cuerpo, alma y espíritu. Serán personas adultas sanas, felices y pacíficas. Y tú, estarás satisfecho y orgulloso.

“El 14 de Noviembre es el Día Mundial de la Diabetes” Viste de azul para que cada vez seamos más personas creando conciencia. ¡Así que ojo con la diabetes!

Quiérete, ámate, vive enamorado de ti, valórate, mantente vivo, sé saludable, ríe a carcajadas. No importa tu físico, lo importante es estar sano por dentro. Y esto, al final, se refleja en el exterior y en tus seres más cercanos. Recuerda, alimenta de manera saludable tu cuerpo, alma y espíritu. Mantente en equilibrio.

Cuando te despiertes en la mañana con los cabellos despeinados, la pijama vieja, las ojeras ya plasmadas por el cansancio del día a día y la lagaña pegada; ponte frente a tu espejo, da gracias, sonríete y … come frutas y verduras.

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