La enfermedad de hígado graso no alcohólica [EHGNA] conocida con el termino médico de Esteatosis Hepática es una enfermedad que está relacionada principalmente por un consumo excesivo de hidratos de carbono y/o triglicéridos, ésta también es una manifestación del Síndrome Metabólico. Uno de los problemas principales con esta enfermedad es su evolución a situaciones más complicadas, pues se ha observado que existe un subgrupo de pacientes con EHGNA que tienen lesión celular en el hígado, inflamación y exceso de grasa (esteatohepatitis).
La EHGNA es una condición caracterizada por infiltración de grasa hepática en más del 5% de los hepatocitos (células del hígado), determinada por biopsia hepática (en ausencia de otras causas de daño hepático), que afecta a pacientes que no consumen alcohol en cantidades significativas causantes de daño hepático.
Se estima que en la población mundial cerca del 25% presentan EHGNA, en América del Sur 31%, en Japón 50%, en USA/Europa 24%. En México se ha reportado que aproximadamente 15 % de la población presenta EHGNA, porcentaje del cuál entre 42 % y 74% viven con Diabetes Mellitus tipo 2 (DT2); éste último dato ha llevado a mencionar que actualmente la mitad de los pacientes con DT2 tienen Hígado Graso, no sólo en México sino en el mundo, por eso es considerada una enfermedad con carácter epidémico. Y una de las primeras causas de necesidad de trasplante de hígado.
En la población pediátrica es la primera causa de enfermedad hepática crónica, y su prevalencia en esta población podría aumentar hasta un 76% si hay presencia de obesidad, por eso la importancia de prevenir la obesidad en esta etapa de la vida.
La causa exacta de EHGNA es desconocida, pero algunos aspectos muy importantes han sido relacionados con este problema: el tejido adiposo (sobrepeso y obesidad) y la resistencia a la insulina (incapacidad de aprovechar correctamente esta hormona para obtener energía de la glucosa proveniente de los alimentos que ingerimos) son factores importantes que juegan un papel detonante; sin olvidar que se ha reportado un componente genético asociado.
Se ha observado que cuando se consumen más hidratos de carbono de los que el cuerpo necesita constantemente por un periodo sostenido y largo, estos pasan a la ruta de la síntesis de triglicéridos y comienzan a acumularse en el hígado, haciéndolo grande (hepatomegalia), graso y con dificultades en sus funciones. Lo anterior es de gravedad médica, pues el hígado es el órgano principal de todas las funciones metabólicas del cuerpo y podría predisponer a cirrosis y riesgo de cáncer de hígado.
Diagnosticar esta enfermedad es muy complicado porque los pacientes en su mayoría son asintomáticos (no presentan síntomas que pudieran ser indicativos de este problema), por lo que la identificación de los factores de pudiera ser de utilidad en sospechar este problema además de que la presencia de cualquiera de ellos debe conducir a realizar un rastreo para EHGNA-NAFLD/EHNA-NASH.
Dentro de los métodos auxiliares utilizados para su diagnóstico se utiliza el ultrasonido del hígado, el fibroscan (estudio no invasivo para el diagnostico de la fibrosis del hígado), la resonancia magnética elastográfica y la biopsia hepática (considera el estándar de oro para el diagnostico).
Otro de los problemas que esta enfermedad presenta es que no existe un médico totalmente dedicado a esta área, pues es atendida por (siempre y cuando estén capacitados en la enfermedad) hepatólogos, gastroenterólogos, médicos internistas, médicos con especialidad en nutrición, endocrinólogos, e incluso médico familiar/general; nuestra recomendación es que ante la duda o posibilidad aparente cualquiera de estos especialistas puede ser consultado.
Actualmente no existen tratamiento farmacológico aprobado para Hígado Graso, se han estudiado múltiples medicamentos y suplementos sin haber tenido resultados completamente favorables para ser aprobados como tratamiento para este enfermedad.
Se ha referido que la cirugía bariátrica en pacientes con obesidad ha ofrecido resultados favorables en pacientes con Hígado Graso.
Un aspecto de esta enfermedad muy importante a considerar es que la mortalidad y la enfermedad cardiovascular Incrementan con la severidad de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. La EHGNA es considerada como un equivalente de riesgo para enfermedad cardiovascular.
La mejor forma de manejar y prevenir esta enfermedad es manteniendo una dieta saludable y realizar ejercicio. Y en las personas que viven con diabetes es indispensable realizarse estudios para determinar si existe la presencia de Hígado Graso.
Referencias:
Manual Práctico del Manejo de la DM – Capitulo 31 Manejo de la Esteatosis Hepática en la DM2 – Alejandro Romero Azueta (Autor), Cesar Ochoa (Editor), Enero-2019.
Pathophysiological, Molecular and Therapeutic Issues of Nonalcoholic Fatty Liver Disease: An Overview; Simona Marchisello, Int. J. Mol. Sci. 2019, 20, 1948; doi: 10.3390/ijms20081948, Published: 20 April 2019.
Huang SC: J Pediatr Gastroenterol Nutr 2013, Feb, 56:145–150.
“Cifras de Hígado Graso aumentan paralelamente a la Obesidad y la Diabetes Tipo 2”, Endocrine-Today, Marzo del 2016- (C. Ochoa) – Mayo del 2018
Management of NAFLD, and Steatohepatitis, The Journal of Clinical and Experimental Hepatology, Thuy-Anh Le, June 2012, Vol 2. No. 2: 156-173