Cuando se habla de obesidad generalmente se relaciona con Diabetes tipo 2, hipertensión o colesterol elevado. Es decir, es común escuchar la afirmación “le dio diabetes porque su alimentación no era la adecuada, no hacía ejercicio y además su peso excedía lo normal”. Sin embargo, en realidad la obesidad es sólo un componente de las enfermedades o ¿desempeña un papel aún más importante en el desarrollo de estos padecimientos?
Hace algunos años se creía que la obesidad era un signo de que las personas mantenían una buena salud, un ejemplo de eso era que al observar un niño con sobrepeso u obesidad se percibía como saludable. Actualmente se sabe que esto no necesariamente es correcto, la obesidad es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una “acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”.
Para entender mejor lo anterior dividiremos a nuestro cuerpo en dos componentes principales, uno es la masa magra (compuesta por nuestros músculos y huesos) y por otro lado la masa grasa (que como su nombre lo indica es nuestra grasa corporal). La definición de la OMS menciona que el problema radica en el exceso de grasa que tiene nuestro cuerpo, ya no tiene que ver tanto con el peso total, sino que ese peso excesivo (de grasa) tendrá efectos negativos en la salud.
En México 7 de cada 10 adultos tiene sobrepeso u obesidad, una cifra alarmante para la población. Una clasificación ampliamente aceptada por su utilidad y sencillez es el IMC (índice de masa corporal) que, mediante una fórmula que evalúa el peso y la talla de una persona, clasifica la obesidad en tres grupos: grado I, grado II y grado III.
Fórmula IMC: (peso/talla2)
La obesidad grado III (obesidad mórbida) presenta un mayor riesgo para la salud, pues afecta el núcleo laboral, social, familiar y de pareja. Es común que se presenten más complicaciones como Diabetes tipo 2, dislipidemias, hipertensión o enfermedades cardiovasculares, además de limitaciones físicas importantes. El tratamiento sugerido inicia con el cambio de estilo de vida (alimentación y ejercicio), pero se incluye la cirugía bariátrica como otro elemento de tratamiento.
El desarrollo de obesidad suele ser un proceso más complejo de lo que creemos, pues ocurre cuando nuestros génes reaccionan ante un desequilibrio entre lo que comemos y la energía que gastamos mediante la actividad física. El consumo elevado de alimentos proviene principalmente de alimentos ricos en calorías; suelen ser los más sabrosos por lo que es común que se sirvan en grandes porciones. Aunado a esto, existe una disminución del tiempo dedicado a actividades físicas ocupacionales y de tiempo libre que son sustituidas por actividades sedentarias como ver televisión y usar dispositivos electrónicos.
Otras causas que se han relacionado con el desarrollo de obesidad son un uso creciente de medicamentos que tienen como efecto secundario el aumento de peso, así como la falta de sueño o sueño inadecuado.
Es importante mencionar que hay mucha información que destacar sobre la obesidad, pronto compartiremos más información sobre las metas de control glucémico y reducción de riesgos cardiovasculares. ¡Sigue al pendiente!
Autor: María Magdalena Sánchez Hirata
Licenciada en Nutrición y Educadora en Diabetes / Cédula Profesional: 9564293
Cargo: Coordinadora de Nutrición de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C.
REFERENCIAS
- Obesidad [Internet]. Organización Mundial de la Salud. 2020 [cited 28 January 2020]. Available from: https://www.who.int/topics/obesity/es/
- Heymsfield S, Wadden T. Mechanisms, Pathophysiology, and Management of Obesity. New England Journal of Medicine. 2017;376(15):1490-1492.
3. Sharma A, Kushner R. A proposed clinical staging system for obesity. International Journal of Obesity. 2009;33(3):289-295.