La sordera o hipoacusia es un padecimiento frecuente entre personas con diabetes e hipertensión toda vez que ambas enfermedades afectan la micro circulación sanguínea en el oído a nivel de la cóclea, advirtió la otorrinolaringóloga adscrita a la Unidad de Medicina Familiar con Atención Ambulatoria (UMAA) No. 52 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, María Angélica Torres Ornelas.
Señaló que a mayor tiempo de evolución de diabetes e hipertensión en el paciente, más intenso será el daño a la audición el cual es progresivo e irreversible, sobre todo si durante más de 10 años se ha padecido cualquiera o ambas patologías.
Comentó que tanto la diabetes como la hipertensión afectan una adecuada circulación sanguínea, y si se trata de vasos tan pequeños como los que irrigan el oído, el daño se resiente más en la capacidad auditiva de estos pacientes pues se deteriora más rápidamente que en individuos sanos.
Torres Ornelas dijo que se estima que hasta un 60 por ciento de personas diabéticas cuya evolución de la enfermedad ha sido mayor a una década tiene riesgo alto de presentar hipoacusia.
Advirtió que la pérdida de la audición en pacientes diabéticos es casi tan frecuente como las deficiencias visuales, no obstante considera que el paciente al presentar manifestaciones de que está disminuyendo su agudeza visual acude de inmediato a recibir atención médica, mientras que cuando se trata del daño al oído tiende a postergar más la posibilidad de un diagnóstico oportuno.
Indicó que la mayoría de pacientes que sin causa aparente y de manera súbita presentan sordera son personas con diabetes e hipertensión, aunque la hipoacusia también se gesta de una forma paulatina y crónica hasta perder la capacidad auditiva totalmente.
Señaló que la afectación en las funciones auditivas puede detectarse incluso en niños y adolescentes diabéticos insulinodependientes.
Explicó que una detección oportuna abre la posibilidad de limitar el daño auditivo a futuro, por lo que en principio recomendó someterse al estudio conocido como audiometría, tras ser diagnosticado con diabetes o hipertensión en etapa inicial, y practicarse este examen de forma anual.
Es importante, explicó, adoptar ciertas medidas preventivas como protegerse contra cuadros gripales e infecciones dado que al ser diabético, el sistema inmunológico se encuentra debilitado y existe una mayor predisposición de que los daños auditivos puedan exacerbarse por este motivo.
Así mismo advirtió que no deben exponerse a decibles muy altos de sonido o a ruidos o sonidos intensos, evitar ingerir medicamentos ototóxicos, y primordialmente controlar adecuadamente los padecimientos de origen como la diabetes e presión arterial elevada.
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Comunicado de la Coordinación delegacional de comunicación social del IMSS